El 4 de marzo de 2013 ha sido un día importante para la custodia del territorio en nuestro país, y sobre todo para la custodia fluvial. Por primera vez se ha firmado en España un convenio para la protección de los ecosistemas de los ríos entre un organismo de cuenca, la Confederación Hidrográfica del Duero, y una entidad privada, la Fundación Tormes-EB.



En la sede de la Fundación Tormes-EB, el presidente de la Confederación Hidrográfica del Duero, José Valín, y el presidente del patronato de la Fundación Tormes, Francisco Espinosa, han firmado el convenio entre ambas entidades pionero en su género. Les acompañaron el subdelegado del gobierno en Salamanca, Javier Galán, y el Director de Proyectos y presidente de la Red de custodia de Castilla y León, Raúl de Tapia.



El convenio firmado formaliza la colaboración entre dos entidades que comparten el interés común por la protección del río Tormes y sus ecosistemas asociados, a su paso por la finca propiedad que la Fundación Tormes-EB posee en la margen izquierda del río en los términos municipales de Almenara de Tormes y Pino de Tormes, provincia de Salamanca. El área objeto del acuerdo de custodia forma parte, además, de la Red Natura 2000. Los valores ambientales que alberga, hacen de ella un lugar estratégico para el seguimiento de las especies de flora y fauna y del estado del río en este tramo bajo del Tormes.



La finca alberga un sistema de seis lagunas comunicadas entre sí, cuya agua venía sufriendo en los últimos años un deterioro de la calidad con la consiguiente pérdida de biodiversidad. Para solventar este problema, la Confederación Hidrográfica del Duero y la Fundación Tormes-EB han aunado sus intereses comunes en beneficio de la diversidad biológica del río Tormes, mediante la realización de trabajos encaminados a conseguir unos aportes de caudales del río a las lagunas. De esta forma se consigue una renovación continua y permanente de agua al sistema lagunar, evitando su estancamiento y eutrofización.



El convenio supone la colaboración conjunta público-privada para conseguir la mejora en la calidad de las aguas de las lagunas, a la vez que se reducen las cargas administrativas, puesto que el espacio requiere una serie de trabajos de conservación continuos. Así, las labores permanentes de podas selectivas, aclareos y plantaciones, a partir de la firma se harán mediante justificación de un programa anual a la Confederación. Una vez aprobado el programa supondrá la simplificación en los trámites administrativos, al no tener que solicitar individualmente las autorizaciones correspondientes para los mencionados trabajos, con el ahorro de recursos que supone para ambas entidades.



De igual forma la Confederación llevará a cabo una serie de muestreos y análisis de agua cuyos resultados serán suministrados a la Fundación Tormes-EB, para el seguimiento de la calidad del agua de las lagunas y comprobar la mejora del sistema en su conjunto.



El presente convenio ha suscitado una gran expectación entre entidades de custodia del territorio y administraciones. Cuenta con el apoyo expreso de la Fundación Biodiversidad y pretende ser un ejemplo y estímulo para que otras confederaciones y entidades de custodia suscriban acuerdos similares. De hecho la propia Confederación Hidrográfica del Duero lo ha visto como una solución para la protección de los espacios fluviales y tiene en perspectiva la suscripción de otros dos acuerdos vinculados a los ríos Arlanza y Riaza, en las provincias de Burgos y Segovia respectivamente.



Esta iniciativa pone de manifiesto que la custodia del territorio se está convirtiendo en una herramienta de cooperación clave entre la administración y los propietarios, con el fin de asegurar la conservación del territorio. En este caso concreto, se trata de la conservación de los terrenos vinculados a los ecosistemas fluviales, en línea con lo que la normativa europea exige para alcanzar el buen estado ecológico de las masas de agua.





Fuente: Blog Voluntarios por el Duero


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