El Centro de Ciencias Humanas y Sociales del CSIC acoge estos días la IV Conferencia sobre el patrimonio cultural en el paisaje “Cheriscape“, un proyecto europeo centrado en el paisaje y promovido por una amplia red de organizaciones bajo el paraguas de la Iniciativa Europea del Patrimonio Cultural y el Paisaje.
Esta conferencia, la cuarta de un total de cinco que conforman el proyecto, está centrada en la cuestión del cambio global y sus efectos sobre el paisaje. Este complejo problema, que abarca, además del cambio climático, otras manifestaciones de cambio global (en los usos del suelo, la pérdida de biodiversidad, etc.) supone un desafío creciente para nuestra sociedad. Nuestra posición como sociedad ante estos retos de futuro debe afrontarse de forma colectiva y con una perspectiva amplia y multidisciplinar. La jornada plantea, en este sentido, una serie de debates y reflexiones sobre nuevas iniciativas de mitigación y adaptación, manteniendo una perspectiva paisajística y global.
La comunicación presentada por la Plataforma de Custodia del Territorio de la Fundación Biodiversidad del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente se centró en el papel que la custodia del territorio puede jugar como herramienta de adaptación al cambio global. La presentación fue desgranando algunos impactos derivados del cambio global y que afectan al paisaje y al territorio. Muchos de estos efectos, por ejemplo la fragmentación del paisaje, la proliferación de especies invasoras, la pérdida de hábitats, la homogeneización del territorio o los incendios forestales, reclaman medidas de intervención social y ambiental que impliquen a los propietarios y usuarios de dichos territorios. Es en este ámbito donde la custodia demuestra ser un instrumento especialmente valioso de cara a mantener los mosaicos y la diversidad de hábitats, potenciar la conectividad ecológica, mejorar la dinámica y funcionalidad de los espacios de ribera o mantener prácticas tradicionales que mejoran la adaptabilidad y resiliencia (como el pastoreo, la trashumancia, la agricultura ecológica, los sistemas de alto valor natural y agroforestales, etc.). Este tipo de actuaciones son desarrolladas habitualmente por las entidades de custodia del territorio, cuyas iniciativas han servido para ilustrar con ejemplos reales cada una de estas modalidades.
Finalmente y a modo de conclusión, la presentación reflexionaba sobre algunas de las tendencias de futuro más significativas en la custodia del territorio, la búsqueda de modelos participados de gobernanza, la transición progresiva de los espacios naturales hacia una auténtica cultura ciudadana del paisaje y el creciente compromiso de las poblaciones urbanas con la conservación de la naturaleza y la adaptación al cambio global. Todas estas cuestiones están siendo abordadas desde la custodia del territorio, ampliando además sus horizontes desde las fincas y terrenos bajo custodia hacia los mercados de proximidad y la complicidad de las personas que viviendo en la ciudad sienten el paisaje rural como parte de su patrimonio.