Un grupo de jóvenes emprendedores ha ideado esta iniciativa, aprovechando las nuevas tecnologías, para ayudar a la agricultura familiar y al desarrollo rural de áreas muy deprimidas en riesgo de desaparición. Su primera experiencia se ha puesto en marcha en Oliete, un pueblo del bajo Aragón poblado de olivos desde hace más de 2.000 años. En la actualidad más del 70 % de estos árboles centenarios se encuentran abandonados, fruto de la despoblación, de la falta de rentabilidad de las explotaciones agrícolas familiares, de la ausencia de relevo generacional en este tipo de labores y del cierre de molinos olearios en los municipios del Bajo Aragón.



El proyecto Apadrina un olivo pretende revertir esta situación, recuperando la producción de aceite de oliva de alta calidad y transformándola en producción ecológica.



La iniciativa ha podido ponerse en marcha gracias a la aportación económica de los 500 padrinos que este año han participado. Apadrinar un olivo cuesta 49,99 euros al año. Las aplicaciones informáticas y de móvil que se han desarrollado en el marco del proyecto permiten hacer un seguimiento del olivo que se apadrina en tiempo real. De esta forma se puede saber quién es el agricultor encargado de cuidar el árbol, qué labores se le han realizado, en qué estado se encuentra (floración, maduración del fruto), etc.



Una vez al año el padrino recibirá dos litros del aceite que su olivo haya producido, cuidadosamente elaborado y embotellado para la ocasión.



El proyecto también busca fomentar el turismo, invitando a los padrinos a conocer in situ a su olivo. Así, se han desarrollado en colaboración con los habitantes de la zona, una serie de talleres donde aprender todo lo concerniente al olivar, al cuidado de los olivos y a la extracción del aceite, entre otros aspectos. Más de 250 padrinos han visitado ya Oliete para acercarse a sus olivos.



En su primer año de recorrido, con 1.500 olivos recuperados, la iniciativa ha logrado crear siete puestos de trabajo directos y estables, aunque se quiere llegar hasta los doce para desarrollar todas las labores relacionadas con la poda, la labranza y el resto de tareas específicas para llevar al olivar a la máxima producción. La iniciativa también está dinamizando el sector turístico de la zona, lo que supone  generar puestos de trabajo indirectos. Para 2016, el proyecto pretende llegar a los 5.000 olivos recuperados y conseguir hasta 1.500 padrinos.



Apadrina un olivo cuenta con el apoyo de 18 empresas e instituciones, entre las que cabe destacar el Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente,  a través de la Subdirección General de Frutas y Hortalizas, Aceite de Oliva y Vitivinicultura, el Gobierno de Aragón, a través  del departamento de Agricultura, Ganadería y Medio Ambiente, la  Diputación de Teruel, la comarca de Andorra-Sierra de Arcos y el Ayuntamiento de Oliete.



Más información en Apadrina un olivo.


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